2. Es importante que el pollo quede bien tostado. Para ello no vamos a amontonar el pollo en la sartén sino que si es necesario lo haremos por tandas.
3. Pelamos los ajos y los picamos lo más pequeñito que podamos.
4. Cuando el pollo esté bien frito, incorporamos el ajo y cocinamos durante un minuto.
5. Vertemos el vinagre, la misma cantidad de agua y la misma cantidad de vino blanco.
6. Picamos el perejil fresco en trocitos muy pequeños y lo agregamos también a la cacerola.
7. Dejamos que toda esta mezcla reduzca casi por completo y reservamos.
8. En otra cacerola pochamos la cebolla a fuego medio con un chorrito de aceite de oliva durante 10 minutos.
9. Incorporamos el pimentón y lo removemos rápidamente para que no se nos queme.
10. Seguidamente añadimos el tomate y lo cocinamos 2 o 3 minutos.
11. Con un colador, agregamos el caldito que nos ha quedado de cocinar el pollo al ajillo y el pollo lo reservamos. Vertemos también el caldo de pollo y subimos la temperatura para que rompa a hervir.
12. Cuando hierva, introducimos el arroz y bajamos a fuego medio. Cocinamos el arroz entre 16-17 minutos removiendo a cada minuto para que suelte el almidón.
13. A los 4 minutos de echar el arroz, incorporamos el pollo con todo lo que nos quedaba en el colador y seguimos cocinando el tiempo que resta.
14. Pasado el tiempo de cocción, ya podemos servir y disfrutar.
