Bacalao a la Portuguesa: Un Clásico de la Gastronomía Lusa

Ingredientes y Preparación Tradicional
Ingredientes Principales
El bacalao a la portuguesa es una receta que resalta por su simplicidad y la calidad de sus ingredientes. Cada componente aporta un elemento esencial al sabor, textura y autenticidad del plato.

Bacalao desalado:
Es el protagonista de esta receta. El bacalao, conservado originalmente en salazón, se desala para resaltar su textura tierna y sabor delicado. Su carne blanca y rica en proteínas lo convierte en un ingrediente versátil y saludable. Optar por lomos gruesos garantiza un resultado jugoso y consistente.
Patatas:
Las patatas aportan la base del plato, proporcionando una textura suave y cremosa que contrasta con el bacalao. Las variedades harinosas son ideales, ya que absorben los jugos del pescado y los condimentos durante la cocción.
Cebollas:
Cortadas en juliana y caramelizadas ligeramente, las cebollas añaden dulzura y profundidad al plato. Su combinación con el aceite de oliva y el pimentón crea una salsa rica y aromática.
Aceite de oliva virgen extra:
Fundamental en la cocina portuguesa, el aceite de oliva realza los sabores y aporta un toque saludable gracias a sus grasas insaturadas.
Pimentón dulce y vino blanco:
El pimentón añade color y un sabor ahumado suave, mientras que el vino blanco equilibra los sabores y potencia la frescura del plato.
Estos ingredientes, sencillos pero de alta calidad, son la clave para un bacalao a la portuguesa auténtico y delicioso.

Pasos de la Preparación
1. Desalado del bacalao
Si utilizas bacalao en salazón, es necesario desalarlo previamente:

Lava el bacalao bajo agua fría para eliminar el exceso de sal.
Colócalo en un recipiente con agua fría, asegurándote de que quede completamente cubierto.
Refrigera durante 36 a 48 horas, cambiando el agua cada 8 horas.
Una vez desalado, escúrrelo bien y sécalo con papel de cocina.
2. Preparación de las verduras
Pela las patatas y córtalas en rodajas de 3-4 mm de grosor.
Rebana las cebollas en juliana fina.
Calienta aceite de oliva en una sartén grande y sofríe las cebollas hasta que estén tiernas. Añade una cucharadita de pimentón dulce y remueve. Incorpora el vino blanco y deja reducir por 2 minutos. Reserva.
3. Cocción inicial
Fríe ligeramente las patatas en el mismo aceite hasta que estén medio cocidas. No deben quedar doradas, ya que se terminarán de cocinar en el horno. Retira y reserva.

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