1. Base (opcional)
Si deseas una base crujiente:
-
Tritura las galletas tipo María.
-
Mézclalas con un poco de mantequilla derretida hasta formar una textura arenosa.
-
Coloca la mezcla en el fondo de la bandeja y presiona suavemente para compactar.
2. Capa Cremosa
-
En un recipiente, bate el queso crema, la crema de leche, el azúcar y la vainilla.
-
Mezcla hasta obtener una crema homogénea, suave y sin grumos.
-
Extiende esta capa sobre la base de galletas o, si prefieres sin base, directamente en la bandeja.
3. Capa de Goiabada
-
Corta la goiabada en trozos y colócala en una cacerola.
-
Agrega 3–4 cucharadas de agua y calienta a fuego bajo.
-
Remueve constantemente hasta que se derrita y se convierta en una crema espesa y brillante.
-
Deja templar un poco y viértela sobre la capa de queso, distribuyéndola de manera uniforme.
4. Toque Final
-
Decora con queso rallado o en lascas finas para realzar el contraste de sabores.
-
Refrigera por al menos 2 horas antes de servir.
-
¡Y listo! Obtendrás un postre frío, suave y delicioso que encantará a todos.