Barbara O’Neill enseña que “la enfermedad prospera en ambientes ácidos”. Una alimentación rica en vegetales, frutas frescas, semillas y frutos secos ayuda a:
- Mantener el equilibrio del pH corporal.
- Reducir la inflamación y el estrés oxidativo.
- Fortalecer las defensas naturales del cuerpo.
Evita carnes procesadas, lácteos industriales y alimentos fritos. En su lugar, prioriza comidas frescas, coloridas y naturales.
🚫 Corta el Azúcar: El Combustible del Cáncer
Las células cancerígenas dependen de la glucosa para sobrevivir. Al reducir los azúcares refinados y harinas blancas, logras:
- Privarlas de su principal fuente de energía.
- Regular los niveles de insulina.
- Estabilizar tu metabolismo y fortalecer la inmunidad.
Barbara resume este principio así: “Si controlas el azúcar, controlas el terreno donde la enfermedad intenta crecer.”
💬 Por Qué No Se Habla de Esto
Muchas soluciones naturales no son rentables para las grandes industrias farmacéuticas, por eso suelen recibir poca difusión. Sin embargo, cada vez más personas están redescubriendo el poder de las plantas, los alimentos vivos y la prevención consciente.