En muchos países latinoamericanos, el plátano maduro es un ingrediente esencial en la repostería casera. Con él se elaboran panes, budines, frituras y por supuesto estas deliciosas barritas, que suelen venderse en ferias, mercados locales y tienditas de barrio. La cobertura de azúcar añade ese toque crujiente y brillante que hace que cada bocado sea aún más especial.
Pero más allá del sabor, las barritas de dulce de plátano cubiertas de azúcar evocan momentos familiares: tardes de lluvia, meriendas con café recién hecho y risas compartidas alrededor de una mesa llena de recetas transmitidas de abuelas a nietos. Prepararlas es revivir esas memorias dulces que nunca pasan de moda.
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