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Si querés un sabor más dulce, agregá una cucharadita de miel natural o dátiles sin carozo.
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Para hacerlo más refrescante, podés añadir cubos de hielo o una banana previamente congelada.
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Si querés un extra de fibra y antioxidantes, agregá una cucharada de avena o frutas del bosque.
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Consumilo inmediatamente después de prepararlo para aprovechar al máximo sus propiedades y su frescura.
Un batido casero como este no solo es delicioso y fácil de preparar, sino también una excelente manera de cuidar tu salud desde las primeras horas del día. Con ingredientes simples, naturales y nutritivos, tu desayuno se convertirá en un verdadero impulso de energía y bienestar.