Los altos niveles de antioxidantes y omega-3 de las nueces ayudan a reducir la inflamación y el estrés oxidativo en el cerebro. Esto puede ayudar a prevenir enfermedades cerebrales degenerativas y mejorar la función cognitiva general. Estudios han demostrado que una dieta rica en nueces puede mejorar el estado de ánimo en personas sanas y podría tener el potencial de retrasar la progresión del Alzheimer . Su alto contenido de omega-3 también puede tener un impacto positivo en la memoria y las habilidades de aprendizaje.
Apoya la salud cardiovascular
Comer nueces a diario es una forma sencilla de proteger el corazón. La combinación única de ácidos poliinsaturados que contienen las nueces puede ayudar a reducir el colesterol malo y la hipertensión. Estudios han demostrado que consumir aproximadamente media taza de nueces molidas durante ocho semanas reduce significativamente el riesgo de enfermedad coronaria. A diferencia de otros alimentos ricos en grasas, las nueces no causan aumento de peso cuando se utilizan como alimento sustituto en la dieta, lo que las convierte en una opción cardiosaludable.
Mejorar la microbiota intestinal
Las nueces actúan como prebióticos, nutriendo las bacterias beneficiosas del intestino. Un estudio publicado en el Journal of Nutrition reveló que consumir 42 gramos de nueces al día durante dos semanas aumentó la cantidad de bacterias intestinales beneficiosas, lo que destaca su papel en la salud gastrointestinal.
Ayuda para el control de peso
A pesar de su alto contenido calórico y graso, las nueces pueden ser una excelente herramienta para bajar de peso. Sus grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas saludables proporcionan saciedad, ayudándote a sentirte lleno y satisfecho. Un estudio reveló que una dieta para bajar de peso enriquecida con nueces fue más eficaz para reducir el colesterol LDL y la presión arterial que una dieta estándar para bajar de peso.
Controlar la diabetes
