El clavo fortalece las defensas del cuerpo, ayudando a prevenir enfermedades estacionales como la gripe o el resfriado.
Alivia el dolor dental
Es quizás uno de sus usos más populares: aplicado de manera local, el aceite de clavo calma el dolor de muelas y actúa como desinfectante bucal.
Regula el azúcar en sangre
Algunos estudios sugieren que contribuye a controlar los niveles de glucosa, siendo beneficioso para personas con riesgo de diabetes tipo 2.
Beneficios para el estómago
Ayuda a reducir gases, hinchazón y acidez, lo que lo convierte en un gran recurso para mantener un sistema digestivo saludable.