1. Previene la degeneración macular
La degeneración macular relacionada con la edad (DMAE) es una de las principales causas de ceguera en adultos mayores. El tomate contiene luteína y zeaxantina, que se acumulan en la mácula del ojo y filtran la luz azul dañina, reduciendo el riesgo de esta enfermedad.
2. Protege contra las cataratas
Las cataratas son una opacidad del cristalino que puede causar pérdida progresiva de la visión. El alto contenido de vitamina C y E en el tomate ayuda a neutralizar los radicales libres responsables del daño celular que origina las cataratas.
3. Mejora la visión nocturna
La vitamina A es fundamental para ver en condiciones de poca luz. El tomate aporta betacarotenos, que el cuerpo convierte en vitamina A, fortaleciendo la retina y mejorando la visión nocturna.
4. Reduce el riesgo de glaucoma
El glaucoma es una enfermedad que daña el nervio óptico por aumento de la presión intraocular. Aunque no hay cura, una dieta rica en antioxidantes como la del tomate puede contribuir a reducir el riesgo y retrasar su avance.
5. Combate la fatiga ocular
El uso excesivo de pantallas digitales genera cansancio visual, sequedad y visión borrosa. El consumo regular de tomate, gracias a sus antioxidantes e hidratación natural, puede ayudar a aliviar estos síntomas.
¿Qué hace al licopeno tan importante?
