El licopeno es un carotenoide que le da al tomate su característico color rojo. Es uno de los antioxidantes más potentes conocidos y tiene un papel fundamental en la protección de la retina.
Efecto antioxidante: combate el estrés oxidativo que daña las células oculares.
Protección contra rayos UV: ayuda a neutralizar el daño por exposición solar.
Reducción del riesgo de enfermedades: se asocia con menor incidencia de enfermedades crónicas, incluidas las oculares.
Curiosamente, el licopeno se absorbe mejor cuando el tomate está cocido o acompañado de grasas saludables como aceite de oliva.
Cómo incorporar el tomate para proteger tu vista
Consumir tomate con regularidad es fácil si sabes cómo integrarlo de manera creativa en tus comidas.
Ideas prácticas:
En ensaladas frescas.
Jugo de tomate natural en ayunas.
Salsas caseras para pastas o guisos.
Tomate asado o al horno con hierbas.
Gazpachos o sopas frías.
Con aguacate, en tostadas o bocadillos.
Receta recomendada: Jugo de tomate con zanahoria
Una combinación perfecta para la vista, ya que ambos alimentos son ricos en betacarotenos y vitamina A.
Ingredientes:
