-
Bizcocho apelmazado: no batir en exceso después de añadir harina.
-
No sube suficiente: levadura caducada o temperatura de horno incorrecta.
-
Se hunde en el centro: abrir el horno demasiado pronto.
-
Demasiado seco: exceso de cocción o falta de líquidos.
Bizcocho saludable: alternativas modernas
-
Sustituye azúcar por miel, stevia o azúcar de coco.
-
Usa harina integral o de avena.
-
Añade frutas o semillas (chía, lino) para nutrición extra.
-
Cambia mantequilla por aceite de oliva suave o de coco.
Conclusión
El bizcocho casero es tradición, unión familiar y símbolo de cariño. Fácil, económico y siempre satisfactorio, se adapta a cualquier gusto y ocasión. Prepararlo es un momento de calma y creatividad que deja siempre un sabor auténtico en cada bocado.