1. Elección del tipo de bizcocho
Los más recomendados para bodas son los de estructura firme y sabor equilibrado. Un bizcocho de mantequilla clásico o de vainilla son ideales como base. También se utilizan bizcochos de almendra o chocolate, por su textura densa y sabor elegante.
2. Ingredientes base (para un bizcocho estándar):
500 g de mantequilla a temperatura ambiente
500 g de azúcar
10 huevos
500 g de harina leudante
2 cucharaditas de esencia de vainilla
Ralladura de limón o naranja (opcional)
3. Preparación paso a paso:
Batido: Batir la mantequilla con el azúcar hasta que esté cremosa. Agregar los huevos uno a uno.
Incorporación de la harina: Añadir la harina tamizada en tres partes, alternando con la esencia y los aromas.
Horneado: Verter la mezcla en moldes previamente engrasados. Hornear a 170 °C durante 45–60 minutos, según el tamaño.
Reposo y corte: Dejar enfriar completamente antes de cortar en capas.
4. Montaje del pastel
Rellenos: Buttercream, ganache, mermelada o dulce de leche.
Cobertura: Fondant o buttercream, según el estilo.
Estructura: Si el pastel es de varios pisos, usar bases de cartón y soportes internos.
5. Decoración final
Desde flores naturales hasta frutas frescas, pasando por toppers personalizados, todo depende del estilo de la boda. Un ejemplo delicado y sabroso sería un estilo inspirado en este budín húmedo de naranja y zanahoria.
La clave está en el equilibrio entre sabor, estabilidad y estética. Por eso muchos novios prueban recetas como este bizcocho casero de la abuela antes de decidir.
Decoración del bizcocho de bodas
La decoración del bizcocho de bodas es el aspecto más visual y simbólico del pastel. No solo debe impresionar a los invitados, sino también armonizar con el estilo general de la boda. Hoy en día, las opciones son infinitas y permiten una personalización total.
Uno de los estilos más elegidos es el acabado con fondant, que proporciona una superficie lisa y pulida, ideal para diseños elegantes y detallados. Es perfecto para climas cálidos, ya que resiste mejor que la crema. Por otro lado, el buttercream es más natural y sabroso, y permite un acabado rústico o romántico, ideal para bodas al aire libre o de estilo boho.
Las flores naturales son una tendencia fuerte: se colocan estratégicamente sobre el pastel, a menudo combinadas con frutas frescas, hojas de oro comestible o perlas de azúcar. Algunas parejas optan por incluir decoraciones temáticas o culturales, como bordados inspirados en la vestimenta nupcial.
Los toppers personalizados también están en auge. Desde figuras de los novios hasta frases caladas en madera o acrílico, añaden un toque de humor o emoción.
Para inspirarte, puedes ver la presentación de esta tarta cremosa alemana, cuya simplicidad elegante puede ser la base perfecta para una decoración de boda sofisticada.