Buñuelos Caseros de una Receta con más de 60 Años: Esponjosos, Ligeros y Crujientes

  1. Activar la levadura
    Mezcla la levadura con un poco de leche tibia y una cucharadita de azúcar. Deja reposar 10 minutos hasta que se vuelva espumosa.

  2. Preparar la masa
    En un bol grande, bate los huevos con el azúcar y el resto de la leche. Añade la levadura activada, la mantequilla derretida y la harina poco a poco. Amasa hasta obtener una masa suave y elástica (unos 10 minutos).

  3. Primer levado
    Cubre la masa con un paño limpio y deja reposar en un lugar cálido durante 1 hora o hasta que doble su volumen.

  4. Formar los buñuelos
    Estira la masa sobre una superficie ligeramente enharinada. Corta círculos con un cortapastas o un vaso. Colócalos en una bandeja enharinada y deja reposar otros 20 minutos.

  5. Freír
    Calienta abundante aceite en una sartén. Fríe los buñuelos en tandas pequeñas hasta que estén dorados e inflados por ambos lados. Escúrrelos sobre papel absorbente.

  6. Acabado
    Espolvorea inmediatamente con azúcar glas o pásalos por azúcar normal para un toque más goloso.

Trucos de los maestros panaderos

  • Para un aroma extra, añade unas gotas de vainilla o ralladura de limón a la masa.

  • Sírvelos tibios con mermelada, chocolate fundido o miel.

  • Si los prefieres rellenos, inyecta crema pastelera o mermelada después de freírlos.

Conclusión

Esta receta tradicional de buñuelos con más de 60 años de historia demuestra que las cosas simples suelen ser las mejores. Esponjosos, aireados y ligeramente crujientes, son una auténtica explosión de sabor y recuerdos de infancia. Una vez que los pruebes, entenderás por qué han pasado de generación en generación sin perder su encanto.

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