Buñuelos dulces: la receta para que queden esponjosos y sabrosos

  1. Mezcla los ingredientes secos.
    En un bol grande, combina la harina con el azúcar, la levadura y la sal.

  2. Agrega los líquidos.
    Incorpora el huevo, la leche tibia y el agua poco a poco, mezclando con una cuchara de madera hasta formar una masa homogénea y sin grumos.

  3. Deja reposar.
    Cubre el bol con un paño limpio y deja reposar la masa durante 1 hora en un lugar cálido para que fermente y duplique su volumen.

  4. Remueve y deja reposar de nuevo.
    Pasado ese tiempo, revuelve la masa ligeramente y déjala reposar otros 20-30 minutos.

  5. Forma los buñuelos.
    Coloca la masa en una manga pastelera o usa una cuchara para formar pequeñas porciones.

  6. Fríe.
    Calienta abundante aceite en una sartén profunda y fríe los buñuelos hasta que estén dorados y esponjosos por todos lados. Sácalos y colócalos sobre papel absorbente.

  7. Reboza en azúcar.
    Cuando aún estén templados, pásalos por azúcar para darles ese toque dulce y brillante característico.


💡 Consejos

  • Si prefieres buñuelos más aromáticos, añade una cucharadita de vainilla o ralladura de limón a la masa.

  • Asegúrate de que el aceite no esté demasiado caliente (160–170 °C) para evitar que se doren por fuera y queden crudos por dentro.

  • Puedes servirlos con miel, chocolate derretido o espolvoreados con canela.

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