Lo que siguió fue espantoso. Los testigos describieron con estupor el horrible momento en que el camello se abalanzó, agarró a Urjaram por el cuello y lo arrojó al suelo.
«El animal lo levantó por el cuello y lo arrojó al suelo, le mordió el cuerpo y le arrancó la cabeza», dijo un lugareño a la publicación sobre el animal, que, según los informes, mordió repetidamente el cuerpo del hombre, incluso cortándole la cabeza delante de los atónitos aldeanos.
Pero la violencia no terminó ahí. El camello continuó con su ataque, negándose a calmarse. Los 25 aldeanos tardaron casi seis horas en controlar al animal enloquecido, utilizando cuerdas y un camión para arrastrarlo lejos de lo que quedaba de Urjaram.
Lo que hace aún más inquietante este suceso es que varios vecinos afirmaron que no era la primera vez que ambos se enfrentaban. Según ellos, existía una gran tensión entre el propietario y el camello, una tormenta a punto de estallar.
Dóciles gigantes
Aunque los camellos suelen considerarse dóciles gigantes, apreciados por su lealtad, resistencia y capacidad para sobrevivir en las duras condiciones del desierto, esta tragedia ha desencadenado un serio debate sobre el bienestar animal y la responsabilidad humana.
Los expertos advierten de que, aunque los camellos son generalmente dóciles, pueden volverse peligrosamente impredecibles cuando se les maltrata o se les lleva al límite.
Fuerza aplastante
Los especialistas en comportamiento animal han señalado que, a pesar de su aspecto relajado, los camellos son criaturas poderosas. Con un peso de hasta 1000 kg y armados con mandíbulas musculosas y patadas mortales que pueden lanzar en todas direcciones, los camellos —bactrianos (dos jorobas) y dromedarios (una joroba)— están lejos de ser inofensivos cuando se les provoca.
