El cáncer de próstata es una de las enfermedades que puede avanzar silenciosamente, sin causar dolor ni molestias evidentes al inicio. Por eso, muchas veces se detecta tarde, cuando ya ha progresado. Esta condición afecta principalmente a hombres mayores de 50 años, aunque nadie está completamente exento. A medida que los años pasan, la próstata puede sufrir alteraciones que conviene vigilar.
Los primeros síntomas suelen confundirse con problemas más leves, como infecciones urinarias o cambios normales por la edad. Sin embargo, aprender a identificar las señales del cuerpo puede marcar la diferencia entre un diagnóstico temprano y uno tardío.
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