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Edad: hombres mayores de 50 años.
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Antecedentes familiares: padre, hermano o tío con cáncer de próstata.
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Estilo de vida: sobrepeso, alimentación alta en carnes procesadas y grasas saturadas, sedentarismo.
Prevención y exámenes recomendados
Pruebas básicas
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PSA (Antígeno Prostático Específico): análisis de sangre para detectar anomalías.
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Examen digital rectal: permite al médico palpar la glándula y detectar irregularidades.
Hábitos saludables
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Alimentación rica en frutas, verduras y antioxidantes.
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Alimentos con licopeno (como los tomates), zinc y omega-3.
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Mantener un peso adecuado y practicar ejercicio regular.
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Limitar alcohol y grasas saturadas.
Apoyo emocional
Romper el tabú sobre la salud prostática es vital. Hablar, informarse y acudir a revisiones no es signo de debilidad, sino de responsabilidad.
