- Si generas muchas cáscaras de ajo, congélalas en una bolsa hermética hasta que tengas suficiente para preparar el caldo. También puedes congelar el caldo en bandejas de hielo para usar porciones pequeñas cuando las necesites.
-
- Infusión:
Si no tienes tiempo para hacer un caldo completo, hierve unas cuantas cáscaras de ajo con agua, añade miel y limón, y disfruta de una infusión rica en antioxidantes. - Uso en polvos:
Si tienes un deshidratador o un horno a baja temperatura, puedes secar las cáscaras de ajo y luego molerlas hasta obtener un polvo fino. Este polvo puede usarse como condimento para ensaladas, pastas o platos salteados.
Conclusión
Las cáscaras de ajo no son solo un desecho de cocina; son una fuente inexplorada de sabor y beneficios para la salud. Incorporarlas en recetas como caldos o infusiones es una excelente manera de reducir el desperdicio de alimentos y añadir nutrientes a tu dieta. Además, explorar su uso te ayudará a diversificar tus recetas y aportar un toque especial a tus platos.
Anímate a probar esta receta y a experimentar con cáscaras de ajo en la cocina. ¡Te sorprenderá cuánto pueden aportar estas finas capas llenas de potencial
- Infusión: