-
Mezcla 80 ml de agua con 80 g de azúcar en una ollita.
-
Calienta hasta que hierva.
-
Agrega los trocitos de naranja y cocina suavemente de 15 a 20 minutos.
-
Una vez listos, escurre y guarda el almíbar —no lo desperdicies—, servirá para aromatizar crepas, bizcochuelos, budines, panes dulces o incluso bebidas calientes.
4. Secado y presentación
-
Coloca azúcar en un plato.
-
Reboza allí las tiras grandes de cáscara confitada hasta cubrirlas completamente.
-
Sepáralas una a una y déjalas secar durante una hora.
-
Una vez frías y firmes, están listas para disfrutarse como un dulce artesanal o para regalar en frascos bonitos.
-
Guarda el almíbar en un frasco esterilizado.
-
Los trocitos de cáscara confitada pueden conservarse sin rebozar, también en frascos esterilizados.
Resultado: 3 Preparaciones en una sola receta
-
Cáscaras de naranja confitadas: perfectas para comer como snack, acompañar el café o decorar postres.
-
Almíbar aromático: ideal para humedecer tortas, saborizar crepas, bizcochos o mezclar con yogur.
-
Trocitos confitados: un tesoro para masas dulces, panes caseros, budines, galletas o granolas.