Los científicos observaron que el fármaco disminuyó los niveles elevados de corticosterona, una hormona del estrés. Este ajuste hormonal coincidió con mejoras en pruebas de movilidad, exploración y preferencia por estímulos agradables, lo que refleja un alivio real de síntomas emocionales. Estas mejoras no aparecieron en animales sanos, lo que sugiere un efecto específico en condiciones de estrés.
Además, los análisis mostraron que el fármaco no afectó funciones básicas como memoria, locomoción o respuestas sensoriales en animales sin estrés. Esto indica un perfil de seguridad favorable en comparación con compuestos como la ketamina, que puede alterar estas funciones incluso a dosis terapéuticas.
Efectos rápidos y que duran varias semanas
Uno de los hallazgos más destacados del estudio fue la duración del efecto. Según el artículo publicado en Molecular Psychiatry, una sola dosis de PA-915 mantuvo su beneficio antidepresivo por al menos ocho semanas en los modelos evaluados. Esta duración es notable si se compara con tratamientos convencionales.
Al contrastarlo con fluoxetina, un antidepresivo ampliamente utilizado, PA-915 mostró mayor rapidez y persistencia. La fluoxetina solo mostró efecto después de 14 días de administración continua, mientras que PA-915 funcionó desde la primera toma. Frente a ketamina, el nuevo fármaco logró efectos similares, pero sin los riesgos de dependencia o alteraciones perceptuales.
Incluso observaciones microscópicas revelaron que PA-915 favorece la recuperación de espinas dendríticas en neuronas prefrontales, estructuras clave para la comunicación neuronal. Este cambio estructural podría explicar por qué los efectos se mantienen tanto tiempo, aun cuando el medicamento permanece poco tiempo en sangre.
Beneficios adicionales observados en cognición y ansiedad
El estudio también determinó que PA-915 mejoró funciones cognitivas deterioradas por el estrés crónico. En pruebas de reconocimiento de objetos y laberintos, los animales tratados mostraron mejor desempeño que los que recibieron placebo. Esto sugiere que el fármaco no solo alivia síntomas emocionales, sino también déficits cognitivos.
Asimismo, el compuesto redujo comportamientos de ansiedad en varias pruebas estandarizadas. Los animales tratados se aventuraron más en zonas iluminadas y abiertas, indicio de menor temor y más exploración. Estos resultados fueron consistentes en distintos modelos de estrés.
De acuerdo con el estudio, estos efectos se lograron sin producir síntomas indeseados como hiperactividad, deterioro en la memoria o señales de recompensa que puedan indicar potencial adictivo. Esto diferencia a PA-915 de algunos tratamientos emergentes basados en sustancias psicodélicas.
