Los antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno y el naproxeno, se utilizan ampliamente para la artritis, el dolor articular y el dolor de espalda en adultos mayores. Estos medicamentos pueden aumentar la presión arterial y causar retención de líquidos, lo que sobrecarga el corazón.
En una persona con un corazón debilitado o envejecido, esta presión adicional puede provocar insuficiencia cardíaca o arritmia. Con el tiempo, los AINE pueden dañar los vasos sanguíneos y reducir la función renal, lo que sobrecarga aún más el sistema cardiovascular.
Medicamentos para la diabetes: cuidado con las tiazolidinedionas
En las personas con diabetes tipo 2, una clase de medicamentos llamados tiazolidinedionas, incluida la pioglitazona, puede dañar el corazón de forma discreta. Estas pastillas pueden causar acumulación de líquido, hinchazón de piernas e incluso insuficiencia cardíaca congestiva, especialmente en personas mayores de 60 años.
Aún más preocupante, estas pastillas pueden enmascarar los primeros síntomas de insuficiencia cardíaca, como fatiga o dificultad para respirar. Las personas mayores con diabetes ya tienen un alto riesgo de padecer enfermedades cardíacas, y añadir un medicamento que sobrecarga el corazón se convierte en una combinación peligrosa.