Toma las rebanadas de carne y un poco de sal, preferiblemente gruesa.
Espolvorea las rebanadas con un poco de sal por ambos lados y déjalas reposar durante al menos 3-4 horas para extraer el agua y conservar las proteínas y grasas.
Cuando estés listo para cocinar la carne, enjuágala con agua para eliminar la sal y sécala bien.
Cuanto más tiempo esté en sal, más tierna estará. Dependiendo del grosor de la carne, puedes dejarla reposar hasta 24 horas.
EL MÉTODO DE MASCARILLA
Rápido y sencillo: toma las rebanadas y colócalas en la tabla de cortar. Cúbrelas con film transparente para protegerlas y evitar que se derramen las salpicaduras. Luego, machácalas bien para romper las fibras. Este método romperá las fibras y las dejará más tiernas.
COCCIÓN LENTA
Puedes usar este método cuando no tengas tiempo de los dos primeros, ya que puedes simplemente cocinar la carne a fuego lento. La cocción prolongada rompe las fibras de colágeno y la vuelve más tierna.
Aquí tienes 3 métodos rápidos y sencillos, utilizados desde la antigüedad, para que cualquier corte de carne quede tierno y jugoso… ¡que disfrutes de tu comida!
Todos mis trucos para una PARRILLA PERFECTA EN 5 SENCILLOS PASOS
SELLADO INVERSO
Este es un método un poco más técnico que requiere el uso de un termómetro.
Seca bien los filetes para eliminar la humedad de la superficie.
Continúa la cocción en el horno a 52 °C hasta que la temperatura central del filete alcance los 52 °C.
Es imprescindible usar un termómetro, preferiblemente uno de sonda, ya que le dará al filete una ternura única y excepcional.
Después de hornear, cuando el centro alcance los 52 °C (125 °F), selle el filete por ambos lados en una plancha o parrilla para formar una corteza crujiente y fragante.
Sellar el filete a alta temperatura es esencial para provocar la reacción de Maillard y darle ese color y sabor excepcionales tan deseados.
Cinzia recomienda:
Recuerde que si asa la carne, debe estar a temperatura ambiente para una cocción perfecta.