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Preparar el pollo:
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Filetea las pechugas de pollo y, con un martillo de cocina o una cuchara grande, aplástalas ligeramente para que queden más tiernas.
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Salpimenta al gusto y reserva.
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Preparar el aliño:
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Pica muy fino el ajo y el perejil (puedes usar una picadora para mayor facilidad).
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Coloca los filetes en un bol o una bolsa de plástico grande resistente si preparas mucha cantidad.
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Mezcla los filetes con el ajo y el perejil picado hasta que queden bien impregnados.
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Añadir los líquidos:
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Agrega el zumo de limón, el vinagre y un buen chorro de aceite de oliva virgen extra.
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Mezcla nuevamente con las manos para que todos los filetes absorban el aliño.
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Macerar:
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Deja reposar al menos 2 horas.
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Para un sabor y textura óptimos, lo ideal es macerar toda la noche.
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Consejos de la abuela María
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Usa aceite de oliva virgen extra para un sabor más auténtico.
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Un toque extra de limón o vinagre aporta frescura a la carne.
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Puedes añadir pimentón dulce o picante para intensificar el sabor.
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Asegúrate de que el pollo quede bien cubierto con el aliño.
Cómo servir
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Perfecto para cocinar a la plancha, a la parrilla o incluso frito.
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Acompaña con ensaladas frescas, patatas al horno o arroz.
