El ajo es uno de los ingredientes más utilizados en nuestras cocinas, pero también es un remedio natural poderoso para reforzar el sistema inmunológico, purificar el organismo y prevenir numerosas enfermedades. El problema que muchos encuentran es cómo conservarlo por mucho tiempo, sin que germine, se seque o se pudra.
Nuestras abuelas conocían métodos simples y naturales para mantener el ajo fresco y sabroso durante varios meses, sin productos químicos ni técnicas complicadas. Aquí están las mejores formas de hacerlo en casa:
Método 1: Conservar el ajo en harina
Una técnica tradicional muy efectiva.
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Coloca los dientes o cabezas de ajo enteras en un frasco de vidrio.
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Cúbrelos completamente con harina.
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Cierra bien el frasco y guárdalo en un lugar seco y oscuro.
La harina absorbe la humedad y evita que el ajo germine.