Para que tu árbol de la abundancia florezca, es crucial elegir la ubicación adecuada.
Asegúrate de colocarlo en un lugar donde reciba luz indirecta brillante.
Evita la luz solar directa, ya que puede dañar sus hojas.
Un alféizar de ventana orientado al este o al oeste es ideal.
Riego Adecuado
El Jade es una suculenta, lo que significa que almacena agua en sus hojas y tallos. Es importante permitir que la tierra se seque completamente entre riegos.
Un exceso de agua puede provocar la pudrición de las raíces.
Riega tu Jade de manera moderada, aproximadamente cada 2-3 semanas, durante la temporada de crecimiento (primavera y verano) y reduce la frecuencia en invierno.
Suelo y Macetas
Asegúrate de plantar tu Jade en una maceta con buen drenaje y utiliza una mezcla de sustrato específica para suculentas.
Esto ayudará a prevenir el encharcamiento y mantener las raíces sanas.
Fertilización
Durante la temporada de crecimiento, fertiliza tu Jade una vez al mes con un fertilizante equilibrado para suculentas.
No fertilices en invierno, ya que la planta entra en un período de descanso.
Poda y Mantenimiento
Recorta las ramas dañadas o desordenadas para dar forma a tu Jade y fomentar un crecimiento saludable.