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Hervir la lengua: Lavarla bien bajo el chorro de agua fría. Colocarla en una olla grande con abundante agua junto con la cebolla, la zanahoria, el apio, las hojas de laurel y un poco de sal. Cocinar a fuego medio durante 2 horas, hasta que al pinchar con un cuchillo esté tierna.
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Pelar la lengua: Retirar del agua y dejar entibiar unos minutos. Con la ayuda de un cuchillo, quitar la piel gruesa y blanquecina que la recubre.
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Cortar en láminas: Una vez limpia, cortar la lengua en rodajas finas y acomodarlas en una fuente o plato hondo.
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Preparar la provenzal: En un bowl, mezclar el ajo bien picado, el perejil fresco, el aceite y el vinagre. Condimentar con sal y pimienta al gusto.
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Marinar: Volcar la provenzal sobre las rodajas de lengua, asegurándose de que quede bien impregnada. Tapar y dejar reposar en la heladera al menos 4 horas, aunque lo ideal es de un día para el otro para que tome mejor sabor.
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Servir: Acompañar con pan fresco o casero, perfecto para aprovechar la salsa.
