Preparación
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En un bol grande, colocá la harina, el polvo de hornear, la sal y el azúcar. Mezclá para integrar los secos.
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Agregá el huevo, el yogur (o leche tibia) y la manteca derretida. Mezclá con cuchara o espátula hasta formar una masa suave.
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Incorporá el queso rallado y continuá mezclando hasta que quede una masa homogénea y apenas pegajosa. Si hace falta, agregá un poco más de harina (de a cucharadas).
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Volcá la masa sobre la mesada ligeramente enharinada y amasá unos 3 a 4 minutos hasta que quede lisa y elástica.
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Formá un bollo grande y luego aplastalo levemente con las manos hasta obtener una forma redonda de unos 3 cm de grosor.
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Calentá una sartén grande con un chorrito de aceite o una pizca de manteca a fuego bajo. Colocá el pan y tapá la sartén. Cociná durante 10 a 12 minutos, sin destapar.
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Cuando notes que la base está dorada, ayudate con una espátula y un plato para dar vuelta el pan. Cociná del otro lado, también tapado, unos 8 a 10 minutos más, hasta que esté bien dorado y el queso se funda por dentro.
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Retirá del fuego y dejá reposar 5 minutos antes de cortar.