Ahora que nuestra masa ha crecido lo suficiente podemos continuar. Cogemos la masa y la desgasificamos, es decir la amasamos ligeramente para que vuelva a su volumen inicial. Podemos pasar a dividirla para hacer pizzas pequeñas o hacer una grande. Para estirarla sin complicaciones la estiramos con las manos como podamos o bien con un rodillo, la forma es lo de menos, si sale cuadrada adelante si conseguís una masa redonda genial. Le pondremos los ingredientes, primero el tomate, después el queso y el resto de cosas que queramos añadir.
EL último paso es el del horno, y no es el menos importante. Con el horno precalentado a un mínimo de 230 ºC metemos la pizza. Podemos usar una piedra para el horno o una bandeja. Si tenemos piedra la base de la pizza quedará más crujiente pero no nos tenemos que complicar la vida, quedan muy ricas en cualquier bandeja que tengáis.
Hornearemos durante unos 8-10 minutos, hasta que se dore ligeramente.
Consejos y sugerencias
A modo de conclusión con nuestra receta de pizza casera fácil y sin complicaciones paso a enumerar brevemente lo importante:
Aunque podemos hacer la pizza con una harina de fuerza, sale igual de rica con harina normal.
Podemos añadir levadura fresca o incluso masa madre, pero con levadura de panadería seca o instantánea queda muy bien.
Dejaremos que aumente el volumen sin preocuparnos del tiempo. Puede tardar menos si hace calor y tardará más si hace frío.
Hornearemos a horno fuerte hasta que se dore. Si no tenéis piedra de horno no pasa nada.
Tiempo de elaboración | 2 horas
Dificultad | Fácil
Personas | 4-6
Muchas Gracias…
Ingredientes
300 g de harina
160 g de agua
5 g de levadura de panadería instantánea
20 g de aceite de oliva virgen extra
1 cucharadita de sal
200 g de salsa de tomate
100 g de mozzarella
100 g de jamón de york