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Cortá el bizcochuelo en tres capas iguales.
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Colocá la primera capa dentro de un aro de torta ajustable o dentro del molde.
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Embebé con un tercio de la mezcla de café y esparcí una capa de crema.
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Repetí con la segunda capa: bizcochuelo, café, crema.
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Terminá con la tercera capa, café y una capa más fina de crema.
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Llevá la torta a la heladera al menos 3 horas (mejor si es toda la noche).
Decoración
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Retirá el aro con cuidado.
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Cubrí los bordes con crema y espolvoreá chocolate rallado.
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Espolvoreá la superficie con cacao en polvo generosamente.
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Con la crema que reservaste (sin chocolate), hacé rosetones con manga y boquilla estrellada.
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Decorá con rulos de chocolate blanco y negro, o lo que más te guste.
Consejos extra
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Si no tenés Quark, podés usar ricota bien procesada o queso crema tipo Philadelphia.
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El licor de huevo es opcional, pero le da un toque cremoso y elegante.
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Usá café fuerte para realzar el sabor tiramisú.
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Si querés una versión sin alcohol, simplemente omití los licores: igual queda deliciosa.
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Para cortarla mejor, enfriá en la heladera por al menos 4-6 horas.
Conclusión
La torta tiramisú es mucho más que un postre: es una experiencia de sabor que combina suavidad, cremosidad y ese inconfundible toque de café y licor que enamora a todos. Con esta receta casera, podés lograr un resultado digno de pastelería, usando ingredientes accesibles y pasos claros.
Ya sea para un cumpleaños, una cena especial o simplemente para darte un gusto, esta versión de tiramisú en forma de torta es una opción infalible. Animate a prepararla, adaptala a tu gusto y descubrí cómo un clásico italiano puede convertirse en tu nueva especialidad casera.