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Añade tres cucharadas de glicerina líquida en el compartimento del suavizante o directamente en el tambor de la lavadora.
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Lava las toallas con agua caliente, preferentemente entre 40 y 60 grados Celsius.
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Configura el centrifugado a un máximo de 800 revoluciones por minuto para evitar que la tela se endurezca.
Cómo pretratar toallas muy sucias
Si las toallas están muy sucias o tienen manchas difíciles, puedes remojarlas antes de lavarlas:
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Mezcla 30 ml de glicerina líquida en 3 litros de agua tibia.
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Sumerge las toallas en esta mezcla y déjalas reposar por al menos una hora.
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Luego, colócalas en la lavadora y procede con el lavado habitual.
Este pretratamiento ayuda a aflojar la suciedad adherida y mejora el efecto suavizante del lavado final.
Consejos y recomendaciones adicionales
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Evita sobrecargar la lavadora. Las toallas necesitan espacio para moverse durante el ciclo y enjuagarse bien.
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No uses agua fría. El agua caliente ayuda a eliminar bacterias y residuos acumulados en las fibras.
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Seca al aire libre cuando sea posible. La secadora puede dañar las fibras si se usa con frecuencia o con altas temperaturas.
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Lava las toallas por separado. No mezcles con ropa que tenga cremalleras, ganchos o materiales que puedan desgastar la tela.
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Limpia la lavadora periódicamente. Un tambor limpio evita que se transfieran residuos o malos olores a las toallas.
Incorporando estos hábitos en tu rutina de lavado, podrás prolongar la vida útil de tus toallas, mantenerlas suaves por más tiempo y eliminar la necesidad de productos con olores fuertes. La glicerina, además de ser una opción accesible, es ideal para quienes buscan resultados efectivos sin recurrir a químicos agresivos.