El remover todo muy bien es fundamental, se le suman los 7 litros de agua a temperatura ambiente pero sin dejar de remover constantemente.
A esta altura ya tenemos una mezcla hermosa, consistente y fragante, por lo que es momento de añadir los 200 ml. de vinagre blanco.
Se sigue mezclando todo y le sumamos los 2 litros de suavizante comprado, el más económico. Lo vamos a seguir removiendo durante algunos minutos más y colocamos la botellita de amoníaco, unos 50 ml. y se mezcla muy bien y con cuidado. Actuará como conservante del producto fabricado en casa.
Para terminar, le añadimos otros 3 litros de agua y así llegará a 16 litros.
Seguimos mezclando enérgicamente e incorporando toda el agua y se deja reposar durante toda la noche, a esta altura hará mucha espuma por el bicarbonato con el vinagre de alcohol. De todas maneras la espuma bajará cuando repose toda la noche.
Para el día siguiente, la mezcla estará tranquila, sin espuma y con una consistencia maravillosa y perfumada.