Cuando los hijos muestran indiferencia o falta de respeto hacia sus padres, las relaciones familiares pueden volverse especialmente difíciles. Esto genera resentimiento, desesperación y, a menudo, reacciones impulsivas que solo empeoran la situación.
Pero hay otra manera: tranquila, resiliente y consciente. A continuación, seis maneras prácticas de afrontar estas situaciones sin perder el control y, lo más importante, sin perder la cercanía emocional con tus hijos:
1. Controla tus propias emociones
Cuando sientes que tus hijos te ignoran o te faltan al respeto, tu primera reacción suele ser irritarte o enojarte. Pero esto solo aumenta la distancia. Respira, mantén la calma y actúa desde la conciencia, no desde la emoción.
