1️⃣ Prepara las costillas
Limpia bien las costillas y sécalas con papel de cocina. Corta en porciones si lo prefieres. Luego, sazona con sal, pimienta, ajo en polvo y pimentón. Añade un chorrito de aceite de oliva y masajea para que las especias se integren bien en la carne.
2️⃣ Cocina al horno
Coloca las costillas en una bandeja apta para horno y cúbrelas con papel de aluminio.
Hornea a 180 °C (350 °F) durante 1 hora y 15 minutos, volteándolas a mitad de cocción para que se cocinen de forma uniforme.
3️⃣ Prepara el glaseado caramelizado
Mientras tanto, en una sartén pequeña, mezcla la miel, la salsa de soja, el azúcar moreno, el ketchup, la mostaza, el ajo picado y el zumo de limón.
Cocina a fuego medio hasta que la mezcla espese y tenga una textura de caramelo.
4️⃣ Barniza las costillas
Una vez pasado el tiempo de cocción, retira el papel de aluminio y pincela generosamente las costillas con el glaseado.
Vuelve a meterlas al horno sin cubrir, a 200 °C, durante 15-20 minutos, hasta que queden doradas, brillantes y ligeramente pegajosas.
5️⃣ Servir y disfrutar
Sirve las costillas calientes, acompañadas de puré de patatas, arroz blanco o una ensalada fresca.
El contraste del dulce caramelizado con el sabor salado y ahumado de la carne hará que cada bocado sea una delicia.