Si quieres disfrutar de unas costillas tiernas, jugosas y llenas de sabor, esta receta es perfecta. Cocinadas en papillote, las costillas se cuecen en su propio jugo, logrando una textura suave y deliciosa. La salsa de miel y mostaza aporta el equilibrio perfecto entre dulzura y acidez, conquistando hasta los paladares más exigentes.
Ingredientes (para 4 personas)
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2 a 4 costillares de cerdo (según el apetito)
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200 g de miel
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3 cucharadas de mostaza de Dijon
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1 cucharada de mostaza a la antigua
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Sal y pimienta al gusto