1. Aromatiza la leche
Calienta la leche con la vainilla (ya sea esencia o la vaina abierta con sus semillas). No dejes que hierva. Si usas vaina, retírala luego de infusionar.
2. Bate las yemas
En un bowl mezcla las yemas con el azúcar y una pizca de sal hasta lograr una consistencia espumosa y clara. Agrega la maicena y mezcla hasta que no haya grumos.
3. Integra la leche
Incorpora lentamente una parte de la leche caliente a la mezcla de yemas (templado) sin dejar de batir. Luego vierte todo nuevamente en la olla con el resto de la leche.
4. Cocina y espesa
Calienta a fuego medio, removiendo constantemente con una espátula. Cuando espese y empiece a burbujear, cocina uno o dos minutos más para eliminar el sabor a maicena.
5. Agrega mantequilla
Retira del fuego y añade la mantequilla en trozos. Mezcla bien para lograr una textura brillante y más cremosa.
Conservación
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Cubre con plástico adherido a la superficie para evitar que se forme una costra.
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Deja enfriar a temperatura ambiente y refrigera al menos 2 horas antes de usar.
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Dura hasta 3 días en el refrigerador.