Preparar la base.
En una sartén grande o cacerola, calentar un chorrito de aceite y añadir la cebolla picada.
Cuando empiece a transparentarse, añade la cucharada de pasta de tomate y deja que se cocine un par de minutos. El aroma ya es maravilloso.
Prepara la crema de alubias.
Mientras tanto, tritura las alubias blancas con un poco de leche vegetal (medio vaso es suficiente) hasta obtener una crema suave y aterciopelada.
Esta será la parte cremosa del plato: totalmente vegetal y rica en proteínas.
Combina todo en la sartén.
Vierte la crema de alubias en el sofrito y remueve bien.
Añade las espinacas picadas gruesas (frescas o cocidas). Deja que se ablanden y se mezclen con la crema durante unos minutos.
Cocina el risoni.
Añade el risoni directamente a la sartén, como si fueras a preparar un risotto.
Vuelve a verter poco a poco la leche vegetal caliente, removiendo con frecuencia.
Continúa hasta que el risoni esté blando y la consistencia sea cremosa y espesa.
Si es necesario, añade un chorrito de agua caliente para ajustar la cremosidad.
Crema de verduras.
Una vez cocinado, apaga el fuego y añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Si lo deseas, puedes añadir una pizca de levadura nutricional o pimienta negra para darle un toque más sabroso.
¿Por qué es bueno para ti?
Este plato es una pequeña fuente de energía y saciedad duradera:
