Hambre excesiva (polifagia): Sentir un hambre incontrolable, incluso después de comer, puede ser un signo de diabetes. Esto sucede porque el cuerpo no puede utilizar correctamente la glucosa como fuente de energía.
Pérdida de peso inexplicada: Aunque se tenga un buen apetito, la diabetes puede provocar pérdida de peso porque el cuerpo comienza a quemar grasa y músculo para obtener energía.
Cansancio extremo: La falta de energía es otro de los síntomas clave. Las personas con diabetes pueden sentirse agotadas debido a que las células no reciben la glucosa necesaria para funcionar adecuadamente.
Síntomas en la piel y heridas
Infecciones frecuentes: Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de sufrir infecciones recurrentes, especialmente en la piel y las encías.
Heridas que tardan en cicatrizar: Un signo común de la diabetes es que las heridas, cortes o ampollas tardan más tiempo de lo normal en sanar debido a problemas en la circulación y el sistema inmunológico.
Oscurecimiento de la piel (acantosis nigricans): El desarrollo de manchas oscuras y suaves en la piel, especialmente en pliegues como el cuello, las axilas y las ingles, puede ser una señal temprana de resistencia a la insulina.
Problemas visuales
Visión borrosa: La diabetes puede afectar los ojos, provocando episodios de visión borrosa debido a los niveles fluctuantes de azúcar en la sangre, que alteran la forma del cristalino.
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