El respeto nace del amor y la conexión.
Dedica tiempo de calidad a tus hijos, sin pantallas ni distracciones.
Hazles sentir que los valoras por quienes son, no solo por lo que hacen.
Un abrazo, una sonrisa o una palabra amable pueden cambiar el clima emocional de todo un día.
6. Reafirma tu papel con confianza
Ser un padre o madre consciente no significa ser débil.
Significa liderar con calma, con presencia y con ejemplo.
Tus hijos necesitan saber que eres una figura estable, incluso cuando ellos están en crisis.
Recuerda: el respeto no se impone, se inspira.