Por ello, al separarse el alma del cuerpo, esta se esconde un una flor mientras espera la aparición de un ser mágico. Es decir el colibrí, también llamado “mainimbú” (nombre guaraní), el cual se encarga de recoger todas las almas de las flores para poder llevarlas al paraíso.
Un acto que explicaría, el nombre de picaflor que recibe el colibrí, así como su tendencia a visitar y viajar rápidamente de flor en flor antes de desaparecer.
Otras creencias apuntan a que el colibrí es originario de un país de hadas o que en realidad es un ser divino con habilidades mágicas, que ha servido de inspiración para otras increíbles leyendas.
Así que si al asomarte a la ventana o jardín, encuentras un pequeño colibrí de visita, ¡alégrate! Es un mensaje directo de parte de alguna persona amada quien próximamente se encontrará de camino al paraíso y al descanso.