Los carbohidratos refinados del pan son una de las principales causas del aumento de peso, ya que estimulan la liberación de insulina, la hormona que almacena grasa.
Después de unos días sin pan, el cuerpo comienza a usar la grasa como fuente de energía, acelerando la quema de calorías y reduciendo la hinchazón, especialmente en el abdomen y el rostro.
💧 3. Menos hinchazón y retención de líquidos
El pan contiene gluten y sodio, dos componentes que pueden provocar retención de líquidos y sensación de pesadez.
Al eliminarlo de la dieta, muchas personas notan un abdomen más plano y una sensación general de ligereza.
🍃 4. Mejor digestión y tránsito intestinal
La harina blanca es pobre en fibra, lo que dificulta la digestión y puede causar estreñimiento.
Sustituir el pan por verduras, legumbres o cereales integrales ayuda a mejorar el tránsito intestinal y a mantener el sistema digestivo en equilibrio.
💪 5. Hormonas y estado de ánimo más equilibrados
El pan refinado afecta las hormonas del hambre y del bienestar, como la serotonina.
Dejarlo puede ayudar a estabilizar el estado de ánimo, reducir los antojos y mejorar la sensación de saciedad.
Muchas personas que lo han hecho dicen sentirse más tranquilas y con mejor humor después de solo dos semanas.
