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Precalienta el horno a 200 °C.
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Reparte los mariscos en cazuelitas individuales.
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Cubre con la salsa cremosa.
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Espolvorea queso rallado y, si quieres, pan rallado.
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Añade trocitos de mantequilla.
4. Gratinado final
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Hornea 10-12 minutos hasta que la superficie esté dorada y burbujeante.
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Sirve caliente con pan fresco o baguette crujiente.
Consejos prácticos para un resultado perfecto
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Usa mariscos frescos: el sabor cambia radicalmente frente a los congelados.
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Controla la cocción: los mariscos se endurecen si se pasan de tiempo.
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El queso de calidad hace la diferencia: gruyère para suavidad, parmesano para intensidad.
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Para un toque gourmet, añade unas gotas de coñac o brandy en la salsa.