Vierte la harina y la levadura en un bol, añade 100 g de azúcar y tamiza todo junto.
Paso 2
Rompe un huevo en el centro.
Paso 3
Añade la mantequilla cortada en dados.
Paso 4
Añade el yogur.
Paso 5
Añade la ralladura de naranja, la sal y la vainilla.
Paso 6
Mezcla todos los ingredientes con una espátula.
Paso 7
Trabaja todo con las manos hasta que la masa esté suave y elástica.
Paso 8
Envuelve la masa en film transparente y déjala reposar en el refrigerador durante aproximadamente una hora.
Paso 9
Lava las manzanas, pélalas y córtalas en rodajas finas.
Paso 10
Coloca las manzanas en un bol y rocíalas con jugo de limón para evitar que se doren.
Paso 11
Divide la masa por la mitad. Extiende la primera masa con un rodillo hasta formar una lámina rectangular.
Paso 12
Forra un molde para hornear de 30 x 20 cm con papel vegetal y coloca la masa preparada encima (12).
Paso 13
Distribuye las manzanas uniformemente sobre la masa.
Paso 14
Espolvorea con el azúcar restante.
Paso 15
Termina con unas hojuelas de mantequilla.
Paso 16
Cubre con la segunda lámina de masa.
Paso 17
Sella bien los bordes y hornea en horno precalentado a 180 °C (350 °F) durante unos 45 minutos.
Paso 18
Después de hornear, deja que el pastel se enfríe completamente antes de cortarlo en cuadrados y espolvorearlo con azúcar glas.
Consejo:
Puedes sustituir la ralladura de naranja por ralladura de limón y el yogur natural por yogur de vainilla, limón o frutas.
En lugar de azúcar granulado, puedes añadir azúcar moreno o azúcar de coco; esto oscurecerá el pastel. Si lo prefieres, puedes untar una ligera capa de mermelada o confitura sobre la primera lámina de masa antes de colocar las rodajas de manzana.
Si no tienes un molde rectangular, puedes usar un molde circular de 24 centímetros de diámetro.
Conservación:
Esta delicia de manzana se conserva durante 2 días a temperatura ambiente con tapa de cristal o en un recipiente hermético.
