El uso de ajo fresco y granos de pimienta proporcionará el sabor perfecto de hígado encebollado. Si no los tienes a mano o no tienes un molcajete para molerlos, usa ½ cucharadita de ajo en polvo y ¼ cdta. de pimienta negra molida.
Cuando cocinas hígado, por lo regular se acaba todo (¡al menos en mi casa!), Pero si alguna vez tienes sobras de hígado encebollado, puedes guardarlas en el refrigerador para más tarde, luego lo puedes recalentarlo. El hígado encebollado sabe bien en un sándwich!
Además de todos los beneficios que tiene comer hígado, también es una buena opción para ciertas dietas, como las dietas bajas en carbohidratos, la dieta keto y las dietas para diabéticos.