El café, el té negro y algunas bebidas energéticas pueden afectar tu descanso, incluso si las tomás varias horas antes de acostarte.
Recomendación: Pasado el mediodía, preferí infusiones sin cafeína como manzanilla, rooibos o té de tilo.
4. Realizar actividades estimulantes
Hacer ejercicio intenso, trabajar o tener discusiones emocionales antes de dormir eleva el cortisol (hormona del estrés) y mantiene tu mente activa.
Alternativa saludable: Elegí estiramientos suaves, escribir un diario o practicar respiración profunda.
5. Irse a dormir a diferentes horas cada noche
Acostarte y levantarte a horarios irregulares altera tu ritmo circadiano, dificultando el sueño profundo y reparador.
Consejo: Mantené un horario de sueño estable, incluso los fines de semana.
6. Exposición a luces brillantes
Las luces fuertes engañan a tu cerebro haciéndole creer que aún es de día.
Solución: Atenuá la iluminación una hora antes de dormir. Usá veladores con luz cálida o lámparas de sal.