Descubre la deliciosa receta del pastel de nueces con crema de vainilla

¿Te has preguntado alguna vez cómo un simple postre puede transformar por completo tu día? Para mí, el pastel de vainilla y nueces tiene una magia especial que me transporta a las tranquilas tardes en casa, con mi familia a mi lado, el dulce aroma de la vainilla y las nueces tostadas inundando cada rincón de la cocina. Es una receta que parece esconder todos los sabores de la infancia y la calidez de momentos en los que no faltaba de nada. Y verás lo fácil que es prepararlo, y que te saldrá perfecto a la primera, incluso si no eres un experto en la cocina.

Información rápida
Rinde: 8 porciones
Tiempo de preparación: 25 minutos
Tiempo de cocción: 40 minutos
Tiempo total: 1 hora 5 minutos
Ingredientes
Para el bizcocho:

200 g de harina
150 g de azúcar
150 g de mantequilla blanda
3 huevos
100 g de nueces tostadas, picadas gruesas
1 cucharadita de levadura en polvo
1 pizca de sal
1 cucharadita de esencia de vainilla
50 ml de leche
Para la crema de vainilla:

500 ml de leche
4 yemas de huevo
150 g de azúcar
40 g de maicena
1 vaina de vainilla o 1 cucharadita de extracto de vainilla
50 g de mantequilla

Preparación
Paso 1: Precalienta el horno a 180 °C y prepara una bandeja de horno forrada con papel de hornear. En un bol, mezcla la mantequilla blanda con el azúcar hasta obtener una textura cremosa y esponjosa. ¡El dulce aroma ya empieza a reconfortarte!

Paso 2: Añade los tres huevos uno a uno, mezclando bien después de cada adición. Incorpora la esencia de vainilla para obtener ese sabor rico y familiar. Ten cuidado de no mezclar demasiado después de añadir la harina para que la masa no se endurezca.

Paso 3: En un bol aparte, tamiza la harina junto con la levadura en polvo y una pizca de sal. Añade estos ingredientes secos a la mezcla líquida, alternando con la leche, y mezcla con una espátula hasta obtener una masa homogénea. Finalmente, incorpora las nueces picadas gruesas, que aportan una textura crujiente.

Paso 4: Vierte la masa en el molde preparado, alísala bien y coloca el molde en el horno precalentado. Deja que el pastel se hornee durante unos 40 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio y la superficie esté ligeramente dorada.

Paso 5: Mientras el pastel se hornea, prepara la crema. Calienta la leche con la vaina de vainilla, dejando que el aroma se infunda. En un bol, batir las yemas con el azúcar y la fécula hasta obtener una mezcla homogénea y ligeramente espumosa. Cuando la leche empiece a hervir suavemente, verterla poco a poco sobre las yemas, removiendo constantemente para evitar que se corte.

Paso 6: Volver a poner la mezcla en la cacerola y calentar a fuego lento, removiendo constantemente hasta que la crema espese y adquiera una textura aterciopelada. Retirar del fuego, añadir la mantequilla y remover hasta que se derrita por completo y quede suave. Dejar enfriar la crema ligeramente.

Paso 7: Una vez que el bizcocho se haya enfriado, cortarlo por la mitad horizontalmente y extender la crema de vainilla entre las capas. Se puede decorar con unas nueces enteras o picadas por encima para darle un toque crujiente.

Variaciones y consejos

Se pueden sustituir las nueces por avellanas o almendras, según el gusto.

Añadir ralladura de naranja a la masa para un toque de frescura.

Si se desea un sabor más intenso, tostar ligeramente las nueces antes de usarlas. La crema también se puede preparar con leche vegetal o, para una versión más rica, con crema de mascarpone.

Para una textura más húmeda, puedes rociar el pastel con un poco de almíbar de vainilla o ron.

Cómo me gusta servir esta receta

Me gusta servir este pastel con una taza de té negro o un café fuerte, sobre todo los fines de semana por la mañana. En verano, una porción recién hecha, acompañada de frutos rojos, se convierte en un postre refrescante, y en invierno, una rebanada tibia, con un vaso de leche caliente, es justo lo que necesitas para disfrutar de momentos acogedores.

Notas

El pastel se conserva bien tapado en el refrigerador hasta por 3 días.

La crema se puede preparar el día anterior para que se enfríe por completo.

Conclusión: Con nueces crujientes y una crema aterciopelada, este pastel es el tipo de postre que alegra el día y logra transformar cualquier día ordinario en uno especial.

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