Está ahí, en nuestro cajón del baño, en el neceser de viaje o colgado en un llavero.
El cortauñas es uno de esos objetos tan habituales que casi no les prestamos atención. Lo tomamos, lo usamos y lo guardamos en piloto automático.
Pero… ¿alguna vez te has fijado en el pequeño agujero que tiene en la punta de la palanca?
Muchas veces nuestros ojos pasan por él sin preguntarse nada. Pensamos que es solo un detalle del diseño, un adorno sin propósito.
Pero ¿y si te dijera que ese pequeño orificio tiene en realidad dos funciones muy inteligentes?