La primera función es la más intuitiva, aunque mucha gente no la aprovecha.
Ese agujero fue diseñado para convertir tu cortauñas en un accesorio portátil.
La idea es que puedas pasarlo por un llavero y tenerlo siempre contigo: junto a tus llaves, en la cremallera de la mochila o dentro de tu neceser.
Piénsalo bien: ¿cuántas veces has necesitado uno y no tenías idea de dónde estaba?
Con este pequeño truco, lo tendrás siempre a mano, ya sea para arreglar una uña rota de última hora o llevarlo contigo en un viaje.
¡Se acabó esa búsqueda interminable en el fondo del cajón!
La función secreta que casi nadie imagina
Ahora prepárate para la parte más curiosa.
Ese pequeño agujero también sirve como una herramienta improvisada para doblar alambres finos.
Sí, leíste bien. Si te gusta hacer pequeños trabajos manuales, bisutería o necesitas realizar una reparación delicada en casa, este truco te encantará.
El método es simple: pasa un alambre delgado por el orificio y utiliza el cuerpo del cortauñas como una pequeña palanca para doblarlo.
Esto te permite crear curvas suaves y uniformes sin necesidad de un alicate.
Una prueba más de que la ingeniosidad puede esconderse en los objetos más simples.