6. Mejora la circulación y combate la celulitis
Cuando se utiliza en masajes, el alcanfor estimula la circulación sanguínea, lo que contribuye a mejorar la apariencia de la piel y a reducir la sensación de pesadez en las piernas. De hecho, algunos tratamientos anticelulitis y reductores incluyen alcanfor por su capacidad para activar el flujo sanguíneo y favorecer la eliminación de líquidos retenidos.
Además, su efecto tonificante deja la piel más firme y con una agradable sensación de frescura.
7. Un calmante natural para el estrés y la ansiedad
El aroma del alcanfor tiene un efecto reconfortante y puede ayudar a reducir el estrés o la tensión emocional. Inhalar su fragancia mediante aceites esenciales o vaporizadores crea un ambiente relajante, ideal para quienes buscan calmar la mente después de un día agitado.
Muchas personas lo combinan con otros aceites como lavanda o eucalipto para potenciar ese efecto tranquilizante y mejorar la calidad del sueño.
8. Un gran aliado en el hogar
Más allá de su uso medicinal, el alcanfor tiene múltiples aplicaciones domésticas. Colocar bolitas de alcanfor en el clóset o entre la ropa ayuda a mantener alejadas las polillas y otros insectos. También puede utilizarse para neutralizar olores fuertes, como el del calzado o la humedad.
Algunos lo usan incluso como purificador de ambientes, colocando un poco en un recipiente con agua caliente para refrescar el aire y eliminar malos olores. Su aroma limpio y penetrante deja una sensación de frescura en todo el espacio.
9. Precauciones importantes
Aunque el alcanfor es un remedio natural, debe usarse con precaución. En dosis altas puede resultar tóxico, especialmente en niños o mujeres embarazadas. Nunca debe ingerirse ni aplicarse sobre heridas abiertas o piel irritada. Lo ideal es emplearlo de forma externa, en concentraciones bajas y siempre diluido.