Preparación del Jabón: Comienza rallando la pastilla de jabón de glicerina en un recipiente grande. Este paso facilitará la disolución del jabón en el agua.
Disolución en Agua Hirviendo: Agrega los 2 litros de agua hirviendo al recipiente con el jabón rallado. Revuelve bien hasta que el jabón se disuelva por completo, formando una mezcla homogénea.
Incorporación de Ingredientes Secos: Añade las 2 cucharadas de detergente en polvo, la 3/4 taza de azúcar, la cucharada de sal y la cucharada de bicarbonato de sodio. Estos ingredientes potenciarán el poder de limpieza y ayudarán a suavizar el agua, mejorando la eficacia del limpiador.
Añadir el Detergente Neutro: Incorpora los 150 ml de detergente neutro a la mezcla. Este detergente aportará una acción desengrasante y hará que el limpiador sea adecuado para múltiples superficies.
Opcional: Colorante Alimentario: Si deseas darle un toque personal a tu limpiador, puedes añadir unas gotas de colorante alimentario de tu elección. Este paso es opcional y no afecta la eficacia del producto, pero puede hacer que sea más agradable visualmente.
Reposo: Deja reposar la mezcla a temperatura ambiente hasta que enfríe por completo. Durante este tiempo, la mezcla se espesará ligeramente, creando una consistencia ideal para la limpieza.
Almacenamiento: Una vez que la mezcla esté fría, vierte el limpiador casero en botellas o frascos con tapa. Asegúrate de etiquetar los frascos para evitar confusiones.