Envejecer con dignidad implica más que simplemente evitar enfermedades: significa apoyar activamente las funciones naturales del cuerpo. Después de los 50 años, el cuerpo experimenta cambios en el metabolismo, la inmunidad y la salud ósea que requieren mayor atención. Incluso pequeños cambios en la rutina matutina pueden traer beneficios a largo plazo. Un hábito pequeño pero poderoso es masticar clavos de olor en ayunas.
El clavo de olor —los capullos secos del árbol Syzygium aromaticum— es mucho más que una especia sabrosa. Es rico en antioxidantes, agentes antiinflamatorios y minerales esenciales, lo que lo convierte en una excelente adición a tu rutina de salud. Descubre cómo tan solo dos clavos de olor cada mañana pueden beneficiar significativamente tu cuerpo después de los 50.